domingo, 2 de junio de 2013

Análisis Literario del Cantar de los Nibelungos

EN ESTE LIBRO SE PUEDEN APRECIAR LAS CARACTERISTICAS MÁS REPRESENTATIVAS DEL SER HUMANO AMOR, ORGULLO, ENVIDIA Y VENGANZA
                                         “Los sentimientos de nuestro corazón, la agitación de nuestras pasiones, la intensidad de nuestros sentimientos debilitan sus conclusiones y reducen al filósofo profundo a un mero plebeyo”[1]
“El Cantar de los Nibelungos” es un poema anónimo de la Edad Media de origen Germano. Este cantar de gesta reúne viejos mitos y leyendas de la tradición Escandinava. Esta gesta destaca por la profundidad y complejidad de sus contenidos, así como de la variedad de sus personajes. La Historia se divide en dos partes, la primera parte narra la crianza, el ascenso y la caída del héroe Siegfried. Mientras que la segunda narra la venganza de Krimilda. Sigfried es el prototipo de caballero, valiente, fuerte y astuto. A pesar de basar toda su historia en los sucesos fantásticos también narra la caída del pueblo de los Burgundios a mano de los Hunos el cual fue un hecho histórico. Se puede ver como por primera vez se mezclan las aventuras fantásticas y los sucesos históricos sin que pierda interés o se vuelva inverosímil; en este cantar se pueden apreciar las pasiones del ser humano, el amor de Siegfried, la envidia de Gunther y la venganza de Krimilda, y la misma perdición de este a causa de ellas. Para llevar a cabo mi ensayo me basaré en búsquedas en internet, en teorías vistas y copiadas en la clase de Literatura y en el libro “El cantar de los Nibelungos”. A pesar de ser un relato fantástico, en donde se mezclan seres reales con imaginarios, es una narración basada en los seres humanos los cuales cuentan por lo tanto, con emociones y sentimientos que los obligan en ocasiones a actuar en forma irracional, como puede ocurrirle a cualquiera el amor, la ira, la envidia, etc, se ven reflejadas en las páginas de “El cantar de los Nibelungos”, emociones que no le son ajenas a la totalidad de nosotros, en dicho relato Siegfried le dice a su esposa: “Querida vida mía vuelvo dentro de breve tiempo, no se nada de que alguien me tenga odio o envidia aquí. Todos tus amigos juntos son mis amigos.”[2], desconociendo la existencia de la envidia por parte de Gunther, esta emoción o sentimiento suele ser muy importante y estar presente junto a los hombres desde tiempos inmemoriales, esto ha sido documentado en varios relatos de la antigüedad y ha producido frases como la de Ovidio poeta latino quien vivió varios años antes de Cristo: “En los campos ajenos, la cosecha siempre es más abundante.[3] Así que al analizar profundamente nos podemos dar cuenta de que estos personajes, son llevados al punto en donde la fantasía y la realidad se mezclan para lograr la mezcla perfecta, haciendo de este cantar siempre interesante pues estos personajes fantásticos que siempre nos han intrigado, le dan vida al cuento, nos atrapan pues de ellos se derivan aventuras inimaginables, pero también el lector queda cautivado por la realidad de cómo estos personajes responden a los problemas que se presentan, también es de notar que todos los elementos en esta historia tanto inanimados como animados, se mueven como un solo organismo y responden consecuentemente uno con otro a medida que va avanzando la historia. En “El cantar de los Nibelungos”, podemos ver los valores tradicionales de la época como lo son los de un caballero pero llevados al límite de la perfección, por medio del protagonista Siegfried quien es fiel a su rey y esposa, noble, generoso, valiente y bravo en la lucha: “Enfrentar las adversidades y morir siendo un valiente caballero antes que esconderse y huir como un cobarde”[4] Aquí se pueden apreciar los valores que obligatoriamente debía tener para que fuera respetado y aceptado la sociedad, también nos podemos dar cuenta que son un poco primitivos estos valores pues la idea de que alguien deba preferiblemente morir en batalla que dar la espalda es un poco violenta pues si se le mira de una manera se pensaría que tiene más valor el honor que la propia vida, por eso mismo los caballeros al ser temerarios se les respetaba y se les tenían guardados los más enormes placeres como lo serían, las manos de hermosas y ricas mujeres, tesoros y la admiración del pueblo, no muchos podían ser caballeros por eso Siegfried se ve resaltado pues no solo era un caballero era el mejor de todos ellos, pues no solo era temerario y valiente sino que también tenía un gran corazón, al tener unas reglas de ética moral casi perfectas, además de tener una apariencia física envidiada por los demás. Por eso encontramos en Siegfried el caballero perfecto de la Edad Media.
Otro personaje completo y fundamental en esta historia es la princesa Krimilda, que al ser paciente, comprensiva, hermosa, casta, fiel, amorosa y gentil, va de acuerdo a los valores que una mujer en esa época debía tener: “Era una hermosa mujer: por su causa muchos héroes debían perder la vida[5]. Al igual que Siegfried era el ejemplo a seguir de los caballeros ella era el ejemplo a seguir de las mujeres. En este tramo de la historia se ve un amor de lo más genuino de lo más puro pues incluso antes de conocerse ya se amaban Siegfried y Crimilda y al ser los dos tan nobles se merecían uno al otro. El amor para esa época era una emoción muy fuerte, hacía que valerosos caballeros quisieran poseerlo. Se denota que este es la fuerza que impulsa a los caballeros para ser valientes, a querer aventurarse y afrontar lo que fuese por encontrarlo, al igual observamos que dicho sentimiento era el motivo vital para que Siegfried ejecutara las acciones que denotaban valentía y heroísmo, esa valentía que se daba por el querer alcanzar dicho sentimiento era de gran alabanza, por esos hechos tan resaltantes que caracterizaban a señalados caballeros, es el motivo por el cual dichos hombres eran tan famosos y tan respetados, como se puede ver en esta cita: “Por ti suspiro, por ti vivo, por ti soy capaz de entregar mi vida entera, porque eres la persona ideal para entregarte todo el amor y pasión que se desprende de mi cuerpo.[6] Así que el autor decide representar el amor en un estado de éxtasis, que logra crear una armonía en todos y que se mantiene hasta ya transcurrido un largo pedazo de la historia. Pero a pesar de ser tan puro y verdadero termina con la felicidad de Siegfried y Krimilda. Aquí termina el primer tramo de la historia Siegfried está muerto Krimilda destrozada y Gunther lleno de ira y envidia.
Gunther, el Rey hermano de Krimilda, representa lo opuesto a Siegfried pues este actúa, egoísta y cobardemente, pues al sentirse traicionado por Siegfried y rechazado por Brunilda siente gran ira y lo apuñala por la espalda, a pesar que desde el principio Siegfried había defendido innumerables veces el reino y el honor del rey Gunther, pero este aun así actúa maliciosamente y mata a su cuñado, destrozando el delicado balance de amistades entre los dos reinos y la cordura de su hermana. Con Gunther podemos ver el lado malvado del ser humano, el lado egocéntrico y envidioso, el lado que hace actuar al ser humano de forma irracional e inconsciente, aquí una cita que describe perfectamente la situación entre Siegfried y Gunther: “Si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos.”[7] La envidia ciega al hombre, vuelve a un hombre sabio y astuto en soberbio e insensato, pero tampoco podemos negar este estado pues tanto como lo es el amor, la envidia también es parte fundamental del humano, pues es todo lo que somos, seres humanos, imperfectos y sentimientos, sí, nefastos como la envidia, la codicia y el odio son repugnantes pero son los que nos mantienen en la realidad nos hacen más humanos y logran que el lector se identifique más con los personajes y se sientan más atraídos a la historia y sean cautivados incluso más por la trama pues, nadie ni siquiera en esa época tenía las mismas cualidades que Siegfried: “El protagonista tiene origen noble, sus padres son los reyes de los Países Bajos, sus cualidades físicas y morales rayan en la perfección porque es leal al rey, fiel a su prometida y defensor de los pobres e inválidos”[8] y al mostrar este lado bizarro del ser humano “El Cantar de los Nibelungos” no hubiera estado completa pues al mostrar no solo el lado perfecto y caballeresco, también muestra su contraparte, la decadencia del ser humano y esto es lo que hace que el cantar haya sido y sea una de las mejores expresiones literarias germánicas del momento y haya sido la base de la literatura Europea de la Edad Media a partir de ese momento. Después de estos sucesos de traición Krimilda emprende el viaje de su vida en busca de venganza y  retribución esto acaba con la muerte impredecible de todos.
En la última parte del libro podemos ver el otro lado de Krimilda en donde es capaz de entregarse a un hombre que no ama y sacrificar a su propio hijo, para solo vengarse de su hermano. Esta venganza consume a Krimilda de manera terrible, logra separar el enlace de hermanos y finaliza con la destrucción de todos y cada uno de los protagonistas: “Antes de empezar un viaje de venganza cava dos tumbas.”[9] Como Confucio, tal vez uno de los más grandes filósofos chinos, la venganza es uno de los sentimientos más nocivos para el hombre pues si uno se embarca en un viaje de venganza, no solo se ve verá afectada la víctima, también el victimario, lo cual también se ve en libro pues el hijo de Krimilda es asesinado en la misma batalla donde muere Gunther y Hagen es tomado prisionero y finalmente Krimilda es asesinada por Hildebrant. En esta parte podemos ver que toda la malicia, se ve reunida en esta última batalla en que son exterminados completamente los guerreros de los Burgundios, pues se ve el lado desalmado de Krimilda que deshonrosamente mata a su propio hermano y al valiente Hagen que incluso su muerte es lamentada por el mismo Atila, el que vio morir a su hijo en esa misma guerra. En este último tramo se de la historia se ve la perversidad del ser humano y de lo que es capaz de hacer por la venganza: “Entonces mandó quitar la vida a su hermano. Le cortaron la cabeza y, sujeta por el cabello, la llevó ante el héroe de Tronje. Grande fue ahora el dolor de este. Dijo ella: Por culpa vuestra hube yo de sufrir hondo dolor de corazón. Luego la sacó de la vaina; esto no lo pudo evitar él. Ahora pensaba ella quitarle la vida al héroe. Levantó la espada con ambas manos y le cortó la cabeza.”[10] “El cantar de los Nibelungos” se caracteriza por no tener un final feliz, pero a pesar de no ser didáctico deja al lector una lección sabia, que es acerca de no dejarnos llevar por nuestras emociones, de querer y apreciar a los cercanos a uno y sobretodo no actuar egoísta e insensatamente, tal como Gunther, Hagen y Krimilda, estos actos inconscientes nos pueden llevar a romper lazos, incluso familiares y a distanciar a las personas, sí no hay que ignorar que estas emociones son propias nuestras pero hay que saber cuáles efectos pueden estas generar alrededor nuestro. En conclusión el puesto de la afectividad y los sentimientos en la vida humana es muy central. Son ellos los que conforman la situación anímica interior e íntima, los que impulsan o retraen de la acción, y los que en definitiva juntan o separan a los hombres. Además, la posesión de los bienes más preciados y la presencia de los males más temidos significan eo ipso que nos embargan aquellos sentimientos que dan o quitan la felicidad. Actualmente tenemos una valoración de los sentimientos mucho más positiva y acorde con lo real, frente a mentalidades que los han reprimido, como si fueran una debilidad humana vergonzosa, que se debe extirpar. Los sentimientos son importantes, y muy humanos, porque intensifican las tendencias. El peligro que hoy tenemos respecto de ellos es más bien un exceso en esta valoración positiva de ellos, el cual conduce a otorgarles la dirección de la conducta, tomarlos como criterio para la acción y buscarlos como fines en sí mismos: esto se llama sentimentalismo, y es hoy corrientísimo, sobre todo en lo referente al amor. Los sentimientos son irracionales en su origen, pero armonizables con la razón. No pueden ser conceptualizados más que en parte, pero de hecho acompañan a los pensamientos y los deseos racionales. Este carácter irracional de los sentimientos, claramente percibido por los pensadores clásicos, es el causante de que en la vida humana no todo sea exacto, matemático y coherente: hay un ancho margen para la fantasía y el misterio, e incluso para la irracionalidad. Los errores de apreciación del objeto de los sentimientos originan tragedias, disgustos y peleas: cuando uno descubre que se ha estado “auto-engañando”, o que una persona no es tan digna de confianza como parecía, viene la ira, la venganza, el despecho, la depresión, etc., y quizá no hay motivo. De todo esto se concluye la importancia de los sentimientos. Una parte no pequeña de nuestra conducta y de lo que sucede en nuestro interior está provocado por ellos: nunca terminan de ser conocidos, porque se reflexiona poco en esa peculiar presencia suya, que empapa toda el alma humana, hace la vida llevadera, atractiva o insoportable, y trae consigo lo terrible, apasionante, odioso, enervante, fanático, trágico o maravilloso. Las palabras más cálidas, interesantes y bellas son siempre las que los nombran: la grandeza y la pequeñez humana se mide por ellos, y su ausencia convierte la vida en un desierto monótono.



[1] David Hume, http://www.frasecelebre.net/Frases_De_Sentimiento_3.html
[2] El cantar de los Nibelungos, Editorial Skla, Pag. 126
[3] Ovidio, http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=321&page=3
[4] El cantar de los Nibelungos, Editorial Skla, Pág. 215
[5] El cantar de los Nibelungos, Editorial Skla, Pág. 98g
[6]  François Revenua   http://www.frasescelebres.net/frases-de-amor.html
[7] Chumy Chumez, http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=321
[8] Sacado del cuaderno de Literatura
[9] Confucio, http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=149&page=2
[10] El cantar de los Nibelungos, Editorial Skla, Pág. 311